¿Cuántas veces nos hemos encontrado diciendo esta odiosa frase? ¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien cercano a nosotros decirla? Seguramente, más de las que quisiéramos.
No tiene nada de malo no tener el dinero suficiente para algo. Se nos puede presentar un imprevisto (cosa que podemos evitar o minimizar creando y manteniendo nuestro fondo de emergencia) o podemos enfrentarnos a la decisión de comprar algo que realmente no podemos costear, situaciones que harían válida una respuesta de este tipo. Pero es imperdonable no tener dinero suficiente para algo que sabemos que tendremos que pagar sí o sí.
Todos llevamos un determinado estilo de vida con determinados gastos. Tenemos que pagar por el alquiler (o la hipoteca) y el mantenimiento del edificio donde vivimos; tenemos que pagar la cuota del colegio o universidad de nuestros hijos; tenemos que cumplir con el pago de los servicios básicos; tenemos que pagar puntualmente el sueldo de cualquier persona que trabaje para nosotros. En fin, durante un mes cualquiera tenemos que cumplir nuestras obligaciones con todas las personas o empresas que nos brindan un servicio. Y sabemos cuándo y cuánto tenemos que pagar de antemano.
Pero también tenemos que regalarle algo a nuestros seres queridos por su cumpleaños, por navidad, pagar una vez al año nuestro seguro de vida, la matricula del colegio, o cumplir con otras obligaciones menos frecuentes, pero igualmente predecibles.
¿A dónde quiero llegar con todos estos ejemplos? Quiero que quede claro que todos sabemos que tenemos determinadas responsabilidades en determinados momentos del año. Y eso significa que el “no me alcanza” no es válido en ninguno de estos escenarios. ¿Por qué? Precisamente porque sabemos que en determinada fecha tenemos que asumir determinado gasto. Tenemos el tiempo para organizarnos, para planear y para asumir sin falta estas responsabilidades. No hay excusa válida para no honrar estos pagos.
Si sabemos que en navidad tenemos que hacer cinco regalos a nuestros familiares más cercanos, no esperemos a la “grati” para poderlos comprar. Tenemos la oportunidad de ahorrar desde enero para este fin. Si necesitamos juntar S/.250 para regalos, ahorremos S/.25 mensuales para este fin. Si a fin de mes tenemos que pagar el mantenimiento del edificio, separemos este monto de nuestros ingresos antes de salir a comer a la calle o gastar en compras no planificadas. En resumen, estemos preparados.
La planificación financiera abarca todo tipo de detalles, como éste. Planeando y organizándonos podremos evitar el incómodo “no me alcanza”, al menos para los eventos que sabemos que vendrán, y viviremos una vida menos agobiada por las deudas y por presiones de terceros.