Este post, escrito por Joan Lanzagorta, autor de http://www.PlaneaTusFinanzas.com, inaugura nuestra sección de invitados. Cualquier persona que quiera contribuir con material propio sobre finanzas personales puede enviarnos un mensaje para ser considerado en siguientes publicaciones.
Siempre he pensado que la planeación financiera personal es sólo un aspecto, una parte de algo más grande que es nuestro plan de vida. Pero una muy importante.
Desde luego, como todos sabemos, algunos de nuestros objetivos de vida cuestan dinero. Desde tener un retiro digno, del que no tengamos que depender de nadie, hasta comprar un coche o hacer un viaje.
En este sentido, para poder alcanzarlos, es esencial aprender a manejar nuestros recursos de una manera adecuada.
Los cuatro aspectos, o pilares fundamentales de las finanzas personales, son los siguientes:
1. Establecer de dónde partimos y hacia dónde vamos.
Un plan financiero personal es como un mapa, que nos permite ver cuál es la mejor ruta desde nuestra situación financiera actual, hasta el objetivo que queremos lograr.
Por lo tanto, es esencial conocer dónde estamos ahora (es decir, cómo están nuestros activos, nuestras deudas, etc.) y tener muy claro qué es lo que queremos lograr (cuáles son nuestras metas y objetivos de vida).
2. Ahorro – Creación del Patrimonio
La única forma de poder alcanzar una meta que cuesta dinero, es a través del ahorro. Desde luego, cuando uno tiene deudas de corto plazo (tarjetas de crédito, créditos de coche, etc.) lo primero que debemos hacer es buscar salir de ellas lo más pronto que podamos. Las deudas se pueden ver, de cierta forma, como un “ahorro negativo”: es decir en guardar dinero, lo estamos pidiendo prestado.
Por otro lado, el ahorro debe verse como un compromiso de pago: como un recibo que hay que liquidar cada mes. Como la hipoteca o el pago de la luz. Lo que sobra después de cubrir nuestros compromisos, es el dinero disponible para gastar.
Si lo hacemos al revés, es decir, tratando de presupuestar nuestros gastos y ahorrar la diferencia entre lo que ganamos y lo que gastamos, nunca lo lograremos.
3. Inversión – Crecimiento del Patrimonio
El ahorro por sí mismo no es suficiente. Existen efectos como la inflación, por ejemplo, que aunque sea baja, en el largo plazo logran un deterioro significativo del poder adquisitivo de nuestro dinero. Por tal motivo, es importante invertirlo.
Pero además, si lo hacemos correctamente, la inversión nos permitirá incrementar significativamente nuestro patrimonio, gracias a la magia del interés compuesto.
El ahorro por sí sólo no es suficiente: hay que saber invertirlo. Por eso es importante que aprendamos sobre inversiones: ¿Qué es el riesgo? ¿Cómo construir un portafolio adecuado a nuestro objetivo y nuestra tolerancia personal al riesgo? Entre muchos otros conceptos que son indispensables.
4. Protección del Patrimonio
En el mundo hay riesgos que pueden afectar seriamente nuestro patrimonio. Eventos tan simples como un accidente de auto (del que resultemos responsables) hasta otros tan severos como un terremoto.
Por lo tanto, la protección del patrimonio se convierte en un elemento indispensable que no debemos olvidar. Sería lamentable que algo inesperado borre el esfuerzo que hemos puesto tantos años, para alcanzar nuestros objetivos de vida.
Puedes contactar a Joan a través de su página http://www.PlaneaTusFinanzas.com, en Twitter (@planea_finanzas) o bien por mail a contacto@planeatusfinanzas.com
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