Muchas veces escucho a personas con ingresos variables decir que es imposible para ellos poner en marcha un Plan Financiero y, por lo tanto, mantener una situación financiera saludable. Se apoyan en el argumento que ante un ingreso variable y ante la incertidumbre de cuánto recibirán a fin de mes, es imposible mantener finanzas ordenadas. Sin embargo, posiblemente sean ellos quienes más necesitan de un plan financiero para asegurar un futuro estable.
Los ingresos variables son ciertamente fuente de incertidumbre. Un vendedor comisionista no sabrá a ciencia cierta cuánto puede cobrar a fin de mes hasta que haya pasado buena parte de éste. Pero su vida y sus patrones de consumo no pueden quedarse “congelados” mientras no tiene idea de cuánto ingresará a su billetera el día de pago. Y los vendedores comisionistas no están solos: doctores que cobran por paciente atendido, abogados que cobran por caso ganado, taxistas que dependen del tráfico de pasajeros, ejecutivos comerciales con un bono por productividad, entre muchísimos otros etcéteras son algunos ejemplos de personas que tienen la misma incertidumbre con respecto a cuánto recibirán a fin de mes.
Sin embargo, todas estas personas seguramente tienen algo en común: llevan un nivel de vida que sí puede calcularse y que sí se conoce anticipadamente. Todas estas personas pagan servicios básicos todos los meses, se alimentan 30 días al mes, gastan montos similares en transporte y llevan un estilo de vida cuyo costo mensual puede calcularse y conocerse por adelantado.
Tomar la decisión de llevar una vida financiera ordenada, va a exigir que estas personas primero establezcan cuáles son esos “costos fijos” que tienen que asumir sin falta todos los meses. Adicionalmente, deben de crear una segunda categoría de gastos “no imprescindibles”, también conocidos como gustos o deseos: salidas a comer, viajes de fin de semana, accesorios (carteras, lentes de sol, etc.), paquetes premium de cable, etc. Este sencillo mapeo situacional, va a llevar a una persona con ingresos variables a conocer cuánto necesita mensualmente para vivir.
Como la visualización mediante un ejemplo puede ser mejor en estos casos, digamos que hicimos el ejercicio y resulta que tenemos costos fijos mensuales por $200. Es decir, necesitamos ese monto como mínimo para vivir. Sabemos que nuestros ingresos netos (que llevamos a casa después de impuestos, descuentos y demás) regularmente fluctúan entre $150 y $350, con dos meses al año donde llegamos a $600.
Solamente hacer este ejercicio va a significar que actuemos de manera más responsable y previsora con nuestro dinero. ¿Por qué? Simplemente porque los números nos están dando un mensaje bastante claro y directo: hay meses en los que nos alcanza y sobra, pero también hay meses en los que nos faltan hasta $50 para cubrir los costos fijos. Y como nadie quiere tener que pedir prestado en la oficina para el bus o pasar por la molestia de que la compañía de cable le corte el servicio hasta que haga el pago, aquellos meses que tenga ingresos por encima de los $200 va a actuar responsablemente y va a construir un colchón.
Si no tenemos estos números en mente, llega el fin de mes y todo lo que sobre encima de los costos fijos se va en diversión, gastos innecesarios o compras por impulso. No tenemos claro que vamos a necesitar ese dinero para pagar bienes básicos el próximo mes. En cambio, si tenemos claridad con los números, siempre tendremos una cuenta con $50 o más (que permita pagar los costos fijos en un mes de ingresos bajos) y seremos más responsables con nuestro dinero. Y si somos aún más previsores, ya habremos empezado a construir nuestro Fondo de Emergencia que nos asegure el pago de algunos meses de costos fijos ante una eventual pérdida de trabajo o urgencia.
No se trata de privarnos de los gustos ni de dejar de gastar en cosas que no sean estrictamente necesarias. Se trata de tener suficiente orden como para planificar bien nuestros números y restringirnos de tomar decisiones impulsivas a la hora de gastar. Es una estrategia que nos permitirá definir prioridades y ordenarnos para evitar malos ratos en el futuro.
¿Tienes ingresos variables? ¿Cómo manejas tus finanzas ante esta situación? Déjanos un comentario contándonos tu historia.
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