El Gran Día

Finanzas Personales

Finanzas PersonalesHoy día me caso.

Es un día lleno de sentimientos y de emociones que marca un punto de quiebre en nuestras vidas. Desde esta mañana el “yo” queda en el olvido y el “nosotros” se convierte en el nuevo protagonista del hogar que empezamos a construir al darnos el “si”. Nuestros planes empiezan a cambiar de rumbo y a enfocarse en establecernos y consolidarnos como familia, modificando algunos de los objetivos que nos habíamos trazado en nuestros años de soltería.

Esta situación me han hecho reflexionar mucho sobre la certeza de que la vida nos enfrenta con cambios radicales en el camino, voluntarios (como el matrimonio que escogí) o completamente inesperados. La vida no es estática y tenemos que estar preparados para lo que se presente (tanto financieramente como en cualquier otro sentido que resulte relevante). Y en esta oportunidad me voy a concentrar en aquellos cambios que son fruto de una decisión que hemos tomado voluntariamente.

Partí hablando sobre mi matrimonio porque el impacto financiero de la unión de dos personas es un cambio relevante en la vida de ambos. Tenemos que decidir cómo se administrarán nuestras finanzas, hablar con claridad sobre ellas, tomar las decisiones en conjunto y llevar hábitos saludables que nos permitan disfrutar la vida que queremos. Pero existen otros cambios que requieren del mismo nivel de preparación. Por ejemplo, cuando terminamos nuestra etapa de estudios e ingresamos a formar parte de la fuerza laboral, cuando tenemos un hijo en camino, cuando nos toca dejar el trabajo y pasar a las filas de los jubilados o cuando decidimos comprar una nueva casa para cumplir nuestros planes de crecer como familia.

En fin. Estos son sólo algunos ejemplos de momentos en los que nuestras finanzas tendrán que demostrar que están a la altura de las circunstancias. Y no hay excusa para que no lo estén, pues todos estos cambios son planificados por nosotros mismos o, en cualquier caso, han estado de alguna forma entre nuestros planes. Yo, por ejemplo, me he venido preparando hace casi dos años para dar este gran paso. Siempre estuvo entre mis proyectos casarme y, afortunadamente, mi claridad con respecto a este objetivo me permitió planificarlo y llegar financieramente preparado.

Es importante que tomemos conciencia del impacto real que cada uno de estos cambios puede ocasionar en nuestras finanzas. No todas las personas lo hacen y, cuando el cambio llega, sus finanzas simplemente colapsan y no soportan las nuevas necesidades o condiciones. Al final, todo se resume en priorización.

Llegar preparados a estos grandes momentos de cambios alivia significativamente la ansiedad de los mismos… y nos permite concentrarnos en cosas más importantes. Está en nuestras manos hacerlo, tomar acción  y quitarnos ese gran peso de encima para disfrutar plenamente de estos grandes cambios.

 

¿Y tú? ¿Planeas para los grandes cambios de tu vida o te dejas llevar? ¡Comparte tu historia con nosotros!

4 comments

  1. Pues no me queda más que desearte lo mejor para esta nueva etapa, me da enorme gusto y comparto tu felicidad.

    Pero sobre todo, se ve que ambos llegan bien preparados, como mencionas en tu post, el cual me encantó.

    Enhorabuena. Disfruten la vida juntos que para eso es el matrimonio.

    Un fuerte abrazo.

  2. Gracias por compartirlo y por tus palabras, Joan. Y gracias nuevamente por la visita, el comentario, la difusión y el incesante apoyo.

  3. Muchísimas felicidades.

    Que disfrutéis mucho de esta nueva etapa, y sepáis encontrar siempre el lado bueno a todas las situaciones que viváis.

    Un abrazo,

    Inma.

  4. Muchísimas felicidades, Eduardo. Has hecho realidad tu sueño de casarte y veo que la emoción no marginó la planificación.
    Me gustó mucho el post, especialmente porque también enseñas que hay que estar preparados para todos los cambios en la vida.
    Muchos cariños para los dos.

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